8/9/15

El Tribunal Constitucional frente Cataluña


Está claro que la decisión del gobierno Rajoy de realizar una reforma exprés del Tribunal Constitucional para poder sancionar a autoridades o personas que incumplan sus resoluciones, incluyendo la suspensión de sus funciones y multas que oscilan entre 3.000 y 30.000 euros, va dirigida contra el proceso político en el que se halla inmerso el pueblo de Catalunya. Pero, no sólo contra él, sino contra cualquier otro proceso político y social que pretenda, en algún aspecto, cuestionar la “sacrosanta” constitución del 78.

Si algo se ha puesto en evidencia es que nos hallamos inmersos en una crisis económica, social y política de primera envergadura, que ha reflejado que la Constitución monárquica es parte central del problema, no de la solución.
El rechazo de todos los grupos políticos salvo el propio PP a la reforma del Tribunal Constitucional no ha evitado que se sucedan declaraciones sobre que la necesidad de hablar y entenderse entre todos y entre todas las instancias.

Sin duda, se debe hablar y también habrá que entenderse, pero el problema no radica ahí, sino en determinar sobre qué base se afronta el diálogo, con qué interlocutores y en qué condiciones.

¿Hablar sobre una Constitución que se ha demostrado mucho más útil para los banqueros y las grandes empresas que para dar satisfacción a los derechos y necesidades de las personas? O, ¿hacerlo a partir de la garantía y las demandas de la gente?

La reforma del PP indica una vez más, que para la derecha lo importante no son los derechos, sino los banqueros.

Es el momento para que la izquierda establezca criterios antitéticos a los antes señalados. Es la ocasión de comprometerse en la construcción de un proceso de procesos constituyentes que, a partir del ejercicio del derecho a decidir, dé paso a una realidad republicana y a la satisfacción a las aspiraciones de libertad de los pueblos del Reino de España. Sólo sobre esa base, la que tenga en cuenta los derechos de las personas y de los pueblos, se podrá entablar un diálogo verdaderamente productivo que permita entenderse.

La Aurora, de profunda convicción internacional socialista y revolucionaria, damos una gran importancia al proceso democrático por la libertad y la soberanía catalana. Nuestro compromiso está con la población movilizada, con nuestro deseo fraterno de éxito de este nuevo 11 de septiembre y de la manifestación en la Avenida Meridiana de Barcelona con el lema "Vía libre a la República Catalana".

La movilización catalana por una ruptura democrática y un proceso constituyente soberano, es una gran aliada de la población y la izquierda española para hacer frente al corsé que supone a sus derechos sociales y políticos la Constitución de 1978 y el gobierno PP.
De la Carta de La Aurora.

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