17/6/15

Dominó municipalista: Barcelona, Madrid, Valencia...


Se abrió la puerta.
¿Soviets en Madrid, república islámica en Barcelona, desordenes en Valencia, caos en Santiago y Ferrol?
A tenor de lo agitado por la caverna, parecería que el pasado sábado 13 de junio, el averno se iba abrir bajo nuestros pies, aunque Caronte no de abasto.
 Pero muy el contrario, lo que pudimos ver ese día, junto a alegrías, lágrimas y mucha emoción, fue a miles de personas saliendo a las calles de Zaragoza, Pamplona, Madrid, Santiago o Barcelona y también de lugares más pequeños, como Ferrol o Ciempozuelos.
La foto del sábado se resume en la de la gente corriente entrando en sus ayuntamientos como concejales y alcaldes. Vimos al pueblo. A aquellos que estaban impidiendo desahucios, respondiendo a los cierres de los centros de salud, escuelas infantiles o escuelas de música, a los que formaron parte  del  15M, a los participaron en las mareas de todos los colores, a quienes pelearon por el común en empresas públicas y privadas, a los del boicot a Coca cola, a los de Movistar.
Contemplamos, parafraseando a Eduardo Galeano, el fruto del trabajo de mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, con un resultado grande: el desalojo del PP de numerosos ayuntamientos.
Y en los municipios que no se ha conseguido desalojar a la derecha ahora hay que prepararlo para consumarlo en unos meses después de las generales.
 Cuanta más unidad, confluencia y mestizaje entre el mayor número de actores ha existido, cuanto más pegado se ha estado a la movilización contra el austericidio, mayor éxito han tenido las listas presentadas a las elecciones municipales como candidaturas de unidad popular.
A veces, el camino que ha llevado al cambio, y que ya se trabaja tras el giro a la izquierda del pasado 24 de mayo, ha llegado de la mano de coaliciones, otras veces a través de partidos instrumentales, las menos mediante agrupaciones de electores o simples uniones de gente variada bajo diversas siglas paraguas.
No ha sido la forma jurídica el obstáculo para lograr el éxito, aunque algunos, como IU en Madrid, hicieran de ese hecho un caballo de batalla con nulos resultados.
Se ha abierto la puerta y el aire se renueva. La gente comienza a recuperar algo que nunca debió perder: su ayuntamiento y el conjunto del entramado social, relacional, del común y de lo público que ello comporta.
Tras la obligada toma de aliento y la fiesta por la victoria, no hay que bajar la guardia porque ahora llega el momento de reforzar y ampliar el impulso que ha permitido dar paso al cambio.
Es el momento de profundizar el tejido asociativo, de fortalecer el músculo de los oprimidos. El éxito del 24M ha hecho perder al PP muchos votos y mucho poder municipal,  mientras la otra muleta bipartidista de esta restauración borbónica, el PSOE, se ha salvado por la campana, y ha encontrado su vía de escape en los bienvenidos e imprescindibles acuerdos para desalojar a la derecha de los gobiernos locales.
Es la hora de aplicar la propuesta republicana, quincemayista y popular que ganó las elecciones en tantas ciudades, en tantos pueblos, y de lograrlo con el apoyo del tejido asociativo y de la ciudadanía.
Es el tiempo de comenzar a pasar páginas del libro del austericidio neoliberal.
Es el momento de reforzar la movilización, la participación y la experiencia compartida. De más democracia, de presupuestos participativos, de planes de emergencia contra la crisis, de empleo, educación, sanidad, del fin de los desahucios…
La puerta que acabamos de abrir podrá constituir la antesala de una amplia unidad capaz de mandar a Rajoy al pasado en la próxima cita electoral de los comicios generales.
Ya queda menos.
De la Carta de La Aurora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario