19/5/11

Movimiento 15 M

Foto de Sol de Manuel Sánchez.

La masividad de las manifestaciones y la extensión de las acampadas en la mayoría de capitales del Estado expresan que esta convocatoria ha permitido eclosionar la indignación y rechazo de un sector joven que no se ve representado en las organizaciones y representantes políticos. La acampada en Sol de Madrid (reprimida y desalojada en primer día, prohibida y mantenida el segundo), la reprimida en Granada, y la que permanece en la Plaza de Cataluña de Barcelona, se convierten en el epicentro de una movilización social importante en plena campaña electoral.

Esta movilización movimiento en su estallido denuncia el sistema político existente y adquiere tintes de rebelión que atraen a la juventud. La masa mayoritaria aparece como apolítica y abstencionista, pero hay un debate y una lucha sobre ello. La espontaneidad de la indignación (Jóvenes sin futuro, Jóvenes indignados, Democracia real ya) cederá a la necesidad de que el movimiento tome una dirección política, si intenta consolidarse y continuar. Las consignas del tipo de la argentina "Que se vayan todos", o de la "Ni izquierdas ni derechas", o el "No les votes", pueden contener orientaciones políticas muy distintas según sean las fuerzas sociales y políticas que las lleguen a canalizar. Por lo tanto se trata de pelear y canalizar la movilización contra la derecha en primer lugar -el PP, CiU, PNV, los empresarios y banqueros-, y en segundo término, las políticas derechizadas y adaptadas a la derecha; es decir, contra las políticas del ajuste de austeridad neoliberal del gobierno del PSOE. Esto incluso si propagamos que hay que usar alianzas con el PSOE para frenar el auge de la derecha (PP, CiU) y de sus recetas de crisis contra la clase trabajadora, para frenar, anular y derogar estas políticas de derechas.

La cuestión política más real va más allá del "No les votes" indiscriminado, o del "todos los políticos -y los partidos- son iguales", porque si ganan el PP, y CiU en las municipales de Cataluña, en pocos meses una continuidad del movimiento de rebeldía se vería obligado a recrudecer la lucha contra los esenciales provocadores de la crisis, y los amos genuinos del sistema social y económico, por supuesto de su estructuración política.

En esta semana tenemos dos trincheras en el escenario, la social de la calle y la político-electoral en las urnas.

En el Estado la del movimiento 15 M con sus acampadas y reivindicaciones. En Cataluña este 15 M ha confluido con la movilización contra los recortes del gobierno de CiU con la gran manifestación unitaria del 14 M.

En las urnas, la acción es también el votar. Votar a la izquierda y de ninguna manera a la derecha (PP, CiU, PNV). Votar a la izquierda para conseguir hacer oír la voz trabajadora y ciudadana y de la juventud, con políticas que sean de izquierdas y contra las austeridades y recortes, para eso votar a IU, ICV-EUiA, EBB.

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